Un viaje puede surgir por una locura de última hora. Un viaje puede comenzar por lejanos
sueños ansiados de ser cumplidos. Un viaje puede comenzar para visitar a aquel amigo que
decidió embarcarse en la valerosa aventura de iniciar su vida en otro lugar, cuando su país de
origen le daba la espalda. Un viaje puede ser el resultado de incontables motivos.
Viajes cortos o viajes sin billete de vuelta. Viajes en buena compañía o viajes en solitario. Viajes
para perderse o viajes para encontrarse. La cosa es viajar. Romper con la rutina. Romper con las
costumbres para empaparte de otras que te parecerán un rompecabezas sin piezas que encajen.
Embriagarte de la hospitalidad de su gente, la disparidad de sus religiones, los peculiares sabores
que se encuentran en sus comidas, su estilo de vida o su clima. Todo ello te dará una nueva
visión de la realidad. Una realidad en la que te encuentras hospedado. Una realidad con billete
de vuelta. Tu realidad. Una nueva manera de pensar.
Nosotras no somos más que seis amigas que han decidido emprender, juntas, un asombroso y
mágico viaje por el este de Europa. Unos lares hasta ahora ignorados por nosotras. Una aventura
que esperemos que supere con creces nuestras expectativas. Un viaje organizado y fantaseado
de mil y una maneras diferentes, y es que, repito, que son seis las personas que se disponen a
compartir con vosotros sus sentimientos y sensaciones más acentuados y trascendentales a lo
largo de este paseo. Compartir sus situaciones más comprometedoras y extravagantes. Quince
días en los que tendremos la posibilidad de visitar cinco países distintos. O esa es la idea con la
que partimos desde la T2 de Barajas.
¿Abres las alas con nosotras?
Saludos entre macutos cargados de ilusiones que esperan ser aptos como equipaje de mano.
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